Como muchos buscadores desde temprana edad tuve anhelo por entender el por qué de la vida y sus complejas experiencias, comencé a meditar a los 14 años sola en casa a través de un libro de yoga antiguo de mi padre, en 1996 después de haber realizado distintas prácticas de meditación budista y de otros estilos comencé a tomar mis primeras clases de yoga, y encontré el camino de la meditación y a mi Maestra, la meditación es una práctica y un camino espiritual fundamental en mi vida, que enseña a vivir con conciencia, me ha enseñado que la disciplina es una fuente de dicha, y que el corazón es un lugar que guarda asombrosos estados de paz y dicha, la meditación me ha enseñado que mediante la regularidad podemos transformarnos a nosotros mismos, nuestra mente así como nuestra percepción del cuerpo y del mundo que nos rodea, para mirarlo con asombro y aprecio para volverlo lo que es : un lugar de profundo respeto y aprecio, un lugar sagrado.