El sistema original y clásico de Anusara Yoga, el sistema que enseñaba su fundador, es un sistema profundamente inspirador y lleno de filosofía, en el que cada asana se realiza no como un fin en sí misma, la ejecución de asanas no se realiza con un objetivo físico, sino como un medio, y la práctica de asanas es una práctica espiritual de principio a fin.
Es el gran reto y a la vez el gran regalo que tiene el sistema cuando se enseña con integridad.
Una clase de Anusara consiste en la presentación de un tema inspirador con enseñanzas espirituales que sean aplicables a nuestra vida diaria y nos ayuden a vivir de forma mas sabia y completa.
En una clase de Anusara el tema se desarrolla a lo largo de la clase y se fisicaliza en el cuerpo con posturas que reflejen el tema y con acciones de alineamiento clave que ayuden a encarnarlo e integrarlo internamente. Una clase de Anusara ha de otorgar una profunda sensación de bienestar y evolución interior a través de las posturas de yoga, usándolas como instrumentos nunca como objetivo. Esto es lo más difícil de conseguir, enseñar asanas de forma inspiradora y no quedarnos solo en lo físico que hoy en día está tan extendido y ha desvirtuado la enseñanza de Yoga por doquier.
A la vez cuidar el alineamiento es importante y es un trabajo interior profundo, porque es lo que cambia nuestra postura y percepción interior de las cosas, el alineamiento correcto hace que los músculos se protejan entre sí y protejan y den integridad a las articulaciones, cuando esto sucede el cuerpo se abre más fácilmente y las posturas se realizan mejor, sin forzar y sin crear tendencias perjudiciales. El alineamiento sana y mejora lesiones, ayuda a que se impriman en nuestra alma las enseñanzas, nos conecta con nuestra fuerza interior y sobre todo abre los caminos para nuevas conexiones neuro-musculares lo cual ayuda a tener una visión distinta de la vida empezando a percibirla no como algo adverso sino como algo de lo que aprender, un buen alineamiento equilibra el funcionamiento del sistema nervioso simpático generando una respuesta desde la seguridad y no desde el miedo, desde la confianza de que la vida siempre nos apoya, un buen alineamiento te hace percibir que la vida y la encarnación es un regalo para disfrutar tal y como es y no tal y como esperamos que sea.
Abrirse a la Gracia es el primer principio de los cinco Principios Universales de Alineamiento de Anusara Yoga, la Gracia es el poder revelador o la fuerza inherente a la vida que revela nuestra naturaleza divina, revela la esencia sagrada de la existencia y de todo lo que acontece en ella.
Cada vez que recibimos entendimiento o comprendemos una situación viendo las enseñanzas mas profundas que contiene o simplemente aceptando que son perfectas y que nutren a nuestra alma de la mejor manera posible, aquí nos estamos abriendo a la Gracia. La Gracia está siempre ahí, somos nosotros los que en este viaje que es la vida tenemos la oportunidad de hacer un cambio interno para percibirla y apreciarla.
Así que abrirse a la Gracia conlleva una alquimia de transformación interior profunda es un cambio de perspectiva y apertura a lo divino, y por lo tanto requiere que dejemos atrás hábitos automáticos y cambiemos.
En el primer principio trabajamos como alineamiento principal: la base. La base refleja nuestra intención en la práctica, son nuestros cimientos espirituales, la base refleja nuestros motivos para practicar, las creencias en las que nos enraizamos, una base sólida refleja y trabaja la confianza en la Gracia, en que la Gracia nos sostiene en que la vida nos da siempre apoyo y soporte en nuestro crecimiento, incluso cuando creemos perder algo que necesitamos o cuando aquello en lo que basamos nuestra felicidad en el exterior falta, trabajar la base te recuerda que la verdadera felicidad la sustraes de tu actitud, aceptando por igual el éxito y el fracaso, el halago o la crítica y creciendo con cada uno de ellos con desapego y contentamiento, trabajar la base pone tu mirada en el lugar correcto que es en nuestro interior y te ayuda a confiar en la sabiduría de la vida y en las leyes elevadas que la rigen.
Una enseñanza que es la base de la filosofía del Shaivismo de Cachemira es que todo lo que existe no es otra cosa que no sea Shiva.
Shiva es un símbolo de la energía primordial del Universo, Shiva significa el auspicioso, aquel que otorga bendiciones, esto significa que la esencia del poder que nos ha creado es benéfica siempre, busca que descubramos y desarrollemos nuestra grandeza y la grandeza de la creación, lleva a todo a la evolución lleva a todo a que alcance su máximo potencial, y lo hace porque su naturaleza es amor y este universo se ha creado de forma muy compleja y con gran detalle, con amor.
Del mismo modo este significado es inherente a algunas de las palabras que en sánscrito mas se usan para referirse a la Gracia:
Dayaa: Regalo, don
Kripa: Bendición, clemencia
Anugraha: Favor, amabilidad, revelación
Prasaada: Ofrenda, favor
La Gracia se otorga como una bendición que revela que somos sagrados y la vida también lo es, la Gracia se otorga para transformar la vida de aquel que se abre al significado mas profundo de la vida y se pregunta cuál es el sentido por el cual estamos aquí. La gracia se otorga a aquel que quiere vivir de forma sabia, para revelar que nada es nuestro que lo que aparentemente es malo puede tener bendiciones preciosas escondidas, la Gracia te ayuda a hacer el corazón más grande y a alegrarte con el éxito de otros, la Gracia te da la capacidad de crecer y mantenerte contento y desapegado, te hace más grande la mente para tolerar y entender que cada uno está en su proceso de avance y no todos tenemos el mismo ritmo, es de hecho la Gracia la que te lleva al camino espiritual y te libera del egoísmo y del sentimiento de falta de valía.
Quédetalles de alineamiento se trabajan con el primer principio:
1* Alinea bien la Base: Cualquier parte del cuerpo que toca el suelo.
Coloca bien las manos en el suelo, en el perro boca abajo por ejemplo: busca que la línea de las muñecas esté paralela a la línea frontal de la esterilla, imagina que hay un dedo mas entre el pulgar y el índice de cada mano, pues que esos dedos imaginarios apunten al frente y estén paralelos entre sí (esto es una marca referencial para trabajar una buena rotación externa del húmero) de este modo los hombros se abren en vez de cerrarse y la articulación del hombro está más protegida, que la base de los dedos índice y toda las cuatro esquinas toquen el suelo ( base de los dedos índice, pulgar y eminencias tener e hipotenar) , mantén el cetro de la muñeca en línea con la parte externa del hombro (deltoides externo) para que la base sea sólida y los omóplatos se junten. ablandando así el corazón.
Cuando los pies tocan el suelo que haya una distancia amplia y estable coloca los pies con la piel extendida y alineando en las posturas de pie el talón del pie de adelante con el arco del pie de atrás, enraíza la base de forma pasiva y suelta el peso haciendo que la base descienda hacia la tierra, así estás trabajando el primer principio soltando tu cuerpo para confiar en el soporte de la vida y de la tierra y el cuerpo.
2* Haz el cuerpo interior brillante y el cuerpo exterior suave: Respirar y aprender a soltar y suavizarnos internamente en la práctica es parte del primer principio, no hacemos la práctica solos, está la fuerza que hay detrás de la respiración dándonos soporte, no somos tan pequeños como creemos, hay grandeza y bondad en nuestro corazón, podemos transformarnos y extraer algo mejor de nosotros o de las circunstancias, siempre están a nuestro favor si aprendemos a extraer lo bueno que traen.
Hacer una gran inhalación y extender los costados desde la cintura hacia las axilas haciendo que el cuerpo interior brille, que la caja torácica se eleve y creando espacio entre las costillas y las axilas, para que se amplíe la respiración tanto por delante como por detrás de la caja torácica, colocando los omóplatos planos en la espalda (y no hacia afuera con el corazón hundido), derritiendo o suavizando el corazón, las clavículas giran hacia el interior del cuerpo desapareciendo y los hombros se elevan suavemente sin encoger el cuello. Esto hace que sostengamos nuestra luz interior además de mejorar el flujo respiratorio y de prana o energía vital.
3* Haz la práctica desde la parte posterior del cuerpo y no la cierres, a veces abrimos en exceso la parte frontal del cuerpo y debemos trabajar el alineamiento de la cabeza y la pelvis con los tobillos para que estén en una sola línea (trocánter mayor con tobillo externo), si apretamos demasiado la musculatura posterior del cuerpo empujamos la pelvis al frente en exceso y los flexores de la cadera y el psoas se tensan ( pudiendo producir un desequilibrio de vata en el cuerpo, agitación mental y a veces problemas de digestión o eliminación, o tensión en el diafragma) esto a veces hace que pongamos demasiado esfuerzo personal en lo que hacemos y nos olvidamos de que hay algo más grande que nos guía a lo que le ofrecemos nuestra práctica y con lo que intentamos alinearnos en nuestra vida.
4* Llena la región de los riñones. Lleva los lados de la cintura hacia atrás para que la parte baja de la caja torácica no se desplace hacia adelante fuera del alineamiento del eje central del cuerpo, cuando hay un exceso de curva lumbar o la caja torácica se desplaza demasiado al frente las glándulas suprarrenales (que regulan el estrés y algunos hormonas importantes del cuerpo) se estimulan constantemente a veces en exceso, o a veces en defecto. La región lumbar ha de mantener su curva natural pero no debemos exagerarla y hay que elongar esta zona en las posturas, esta acción nos conduce a una mayor humildad en las posturas y recogimiento además de cuidar el alineamiento de la espalda baja y la caja torácica.
Ábrete a la Gracia siempre antes de cualquier esfuerzo, respira y suelta cualquier tensión, recuerda la gran fuerza que sostiene la vida, no estás solo, el poder que sostiene la vida te ha creado con amor, para que aportes de forma única la belleza de tu alma al mundo.
